sábado, 8 de febrero de 2014

Artículo de interés: "¿Cómo podemos desarrollar nuestro proceso de aprendizaje?"

¿Cómo podemos desarrollar nuestro
proceso de aprendizaje?


Desarrollar nuestra capacidad de aprendizaje es un reto al que nos enfrentamos todos, no solo los estudiantes, también directivos y profesionales. Y es que, sin las técnicas de estudio adecuadas, podemos dedicar horas y horas al aprendizaje con resultados muy mediocres.
Es imprescindible “aprender a aprender”. Por ello, en el artículo de hoy os ofrecemos un conjunto de técnicas que nos servirán para obtener el máximo rendimiento a nuestro aprendizaje.
En primer lugar, es imprescindible tener un espacio de trabajo apto. La habitación tiene que estar bien iluminada (al ser posible luz solar), la mesa de trabajo debe estar ordenada y organizada y, por supuesto, tenemos que optimizar la ergonomía: el escritorio: no debe ser ni muy alto ni muy bajo quedando levemente por debajo de nuestro pecho. Además, la silla debe ayudar a mantener la correcta postura de nuestra espalda.
1) Evita cualquier distracción: ordenador, Smartphone, tablet, redes sociales… bien usadas son buenas herramientas de aprendizaje pero mal utilizadas son una distracción.
Ahora ya podemos “leer el texto” que queremos aprender. Para ello, conviene realizar una primera lectura que nos permita obtener unas primeras impresiones del texto para, posteriormente, realizar una segunda lectura de mayor profundidad orientada a entender el contenido del texto.
2) Subraya las ideas principales del texto. Es imposible aprenderse un libro de memoria, conviene marcar la esencia del texto que es, en definitiva, lo que queremos aprender.
3) Prepara tus propios apuntes por escrito. No es una pérdida de tiempo: redactar las principales ideas ayuda a la comprensión del contenido y asimilarlo. Te sorprenderás descubriendo que entiendes y recuerdas mucho mejor del contenido después de crear tu propia versión. Apóyate en material gráfico (dibujos, gráficos, etcétera) para sintetizar la información
4) Aprende y utiliza técnicas de memorización. En este sentido:
- Desmenuza la información. “Divide y vencerás”, un “concepto complejo” puede descomponerse en otros más simples que nos resultarán más fáciles de asimilar.
- Haz pausas mientras lees o estudias para facilitar la asimilación de lo aprendido.
- Utiliza el ritmo y la rima (¿recuerdas cómo aprendiste las tablas de multiplicar en el colegio?).
Por otro lado, nuestros propios hábitos diarios influyen (y mucho) en nuestro rendimiento: el ejercicio físico, la alimentación, dormir lo suficiente… os sorprendería saber todo lo que influyen estos factores en el proceso de aprendizaje.
“Mens sana in corpore sano”. El ejercicio físico, en especial si es al aire libre, aumenta nuestra resistencia a cualquier actividad diaria (como, por ejemplo, el estudio). Además, la actividad física genera endorfinas (las famosas hormonas de la felicidad). Estas hormonas estimularán nuestra felicidad, nuestra motivación y, por supuesto, afrontaremos cualquier actividad diaria de un modo más positivo.
Del mismo modo, es imprescindible intentar dormir al menos 8 horas diarias; durante el sueño, se produce la consolidación de la memoria y del aprendizaje.

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